Dioses del Metal: Entrevista a Taifa
“Las canciones tienen vida propia y los compositores somos las vías por las que se manifiestan”
Entrevista realizada por Crom
Es un placer poder volver a charlar contigo Luís (Massot), más cuando vienes con un trabajo tan interesante como “Embrujo”, enhorabuena y bienvenido a Dioses del Metal.
Muchas gracias, el placer es nuestro.
Hace casi 4 años que hablábamos un poco de la historia de Taifa y del buen “Despertando el silencio”. El primer cambio que veo es que se incorporó Miguel Maya a la guitarra, ¿cómo ha encajado en el seno de la formación?
Creo que actualmente es una pieza esencial dentro de la banda. Ha sabido aportar lo que esta necesitaba sumándole su especial manera de tocar la guitarra. Clave en la creación de este nuevo trabajo, ya que a diferencia de los anteriores guitarristas ha podido estar presente en todo el proceso de composición, arreglos y grabación, lo que le ha servido para saber encajar sus guitarras perfectamente en cada canción, a pesar de la cantidad de instrumentos étnicos que suenan a la vez.
Haciendo balance ¿cómo fue la acogida del disco anterior y qué tal ha sido presentarlo en vivo?
“Despertando el silencio” fue un gran disco, sin él no hubiera sido posible llegar al actual trabajo. Nos permitió dar un paso más allá en el concepto de la banda y eso se vio reflejado en directo. A partir de entonces ha habido un mayor interés por parte del público por ver como se proyectaba sobre el escenario este tipo de música. Por nuestra parte hemos ido incorporando elementos sonoros y visuales, así como instrumentos étnicos, bailarinas de danza oriental y una cuidada puesta en escena que hace justicia a la fusión que practicamos.
¿Cuándo comienza la composición de las nuevas canciones y cómo ha sido el proceso antes de entrar en el estudio?
Lo cierto es que la inspiración no avisa, yo iba guardando en mi móvil algunas ideas y un día, al acabar la promo del disco anterior, me sorprendió ver que tenia material suficiente para hacer un nuevo disco. Ya con las melodías aproveché un viaje de placer por India para componer las letras y a mi vuelta fuimos a Marruecos a grabar a la Orquesta Abnae wa banat Ziryab. Después grabé las voces con Ricardo de la Concepción mientras entre actuación y actuación la banda seguía trabajando en el local, cuando creímos que estábamos listos entramos en el estudio. En unos días estuvo todo listo para mezclar. Parece todo muy sencillo, pero han sido cuatro años de trabajo.
Me gustaría saber cómo nace una canción de Taifa y le das forma. Te lo pregunto porque un tema vuestro es como una dibujo de tebeo de Ibáñez (risas); hay tantos detalles que me gustaría saber si desde un principio tienes en mente qué elementos musicales vas a fusionar, qué instrumentos incluirás…
Depende de cada canción, en algunas me vienen a la mente al mismo tiempo que la melodía trozos de letras, la línea de bajo o algún violín. Sin embargo, otras van pidiendo ese arreglo a medida que van tomando forma en el local de ensayo. No metemos una dulzaina (por ejemplo) porque sí, es la canción la que lo pide. De otra forma no sonaría natural. Yo soy de los que piensa que las canciones tienen vida propia y los compositores somos las vías por las que se manifiestan. Tras ya tres discos con colaboraciones empezamos a tener una experiencia en cuanto a las diferentes músicas que fusionamos y eso se nota en este nuevo trabajo.
Básicamente, somos una banda de rock con una fuerte influencia flamenca que flirtea con la música andalusí y hace incursiones a cualquier otra música con raíces.
Yo soy un Heavy bastante clásico, pero bebo en otras fuentes y siento predilección por el Rock Andaluz; desde hace muchos años Medina Azahara y Alhandal recientemente… pero nada de eso me prepara para vuestra música, es más rica, diversa y compleja. Para quien no os haya escuchado, ¿cómo os definís?
Es complicado, nosotros mismos no sabemos donde enmarcarnos, pero eso es lo que desde mi punto de vista lo hace interesante. Así tenemos la libertad de poder seguir haciendo música sin que haya límites. Básicamente, somos una banda de rock con una fuerte influencia flamenca que flirtea con la música andalusí y hace incursiones a cualquier otra música con raíces. Nunca descartamos colaborar con otras culturas musicales siempre que eso enriquezca nuestras canciones y la manera de expresarnos en ellas.
Lo digo en mi reseña, estuve a punto de no abordarla; he escuchado “Embrujo” más de una decena de veces y había tantos elementos, estilos musicales, instrumentos, textos… era un terreno tan vasto y desconocido que no me sentía a la altura. Al final opté ser sincero y hablar más de las sensaciones. Me gustaría saber qué te ha parecido, sé indulgente (risas).
Hubiera sido una pena que no la hubieras hecho, reseñas así nos hacen seguir apostando por lo que hacemos. Pienso que se trata de escribir lo que emocionalmente te aporta lo que escuchas. Hay demasiadas reseñas insulsas que bajo las exigencias de algunas discográficas despistan a la audiencia describiendo cosas banales de un disco. Para nosotros es más importante lo que se siente que los aspectos técnicos. Si un álbum no emociona es simplemente un producto comercial y nosotros pensamos que lo que hay que hacer es arte. Solo nos queda darte las gracias por tus sinceras palabras.
Ha sido una crítica poco convencional, como el álbum, que os invito a escuchar, de verdad, lo vais a disfrutar un poco más con cada escucha, y os aseguro que el sonido, la producción, es impecable. En el anterior disco recuerdo que me dijiste que la labor de Antonio Fructuoso fue muy importante, ¿quién se ha encargado de combinar tantos instrumentos y tan distintos con este buen resultado?
Antonio Fructuoso hizo un fantástico trabajo con los medios de que disponíamos en aquel momento. Esta vez ha sido Miguel Riutort (Mega) en su Psychosomatic recording estudio en Mallorca quien ha tomado los mandos, nos sorprendió que desde un principio entendiera la idea de la banda y que llegara a hacer sonar juntos tanto un laúd como una guitarra eléctrica a todo volumen. No es habitual para un productor de rock que te llegue una banda con un montón de instrumentos diferentes sonando a la vez, siempre saltan con el ” si quieres oír esto no se oirá lo otro”, pero en este caso se ha potenciado cada instrumento y estamos muy contentos de no haber tenido que sacrificar ninguna sonoridad.
Sé que habéis vuelto a grabar algunos instrumentos en distintas localizaciones, háblame un poco de cuáles y cómo de enriquecedoras han sido las experiencias.
“El poder trabajar con músicos de otros países y músicas tan dispares te hace crecer artísticamente.”
Grabamos con un equipo de grabación casero en un Riad en Tánger a los músicos andalusís Ahmed Abdelaziz (laud), Hanna Touk (voz árabe), Choubani Abdou (tar), Chaouki Omrani (darbuka) y en Tetuán a Khalid Masmoudi (violín andalusí). Se fueron sumando desde Mallorca Jordi Mascarell a la dulzaina y Ricardo de la Concepción al piano flamenco y palmas, Juan Delola desde Marbella a la guitarra flamenca y desde la India el saranguista Rafik Ahmed nos mandó una grabación mediante whatsapp.
El poder trabajar con músicos de otros países y músicas tan dispares te hace crecer artísticamente. Los conceptos, la manera de usar el tempo, los modos… son diferentes a los nuestros. Si ya fue interesante aportar el elemento flamenco, imagínate ahora con todas esas sonoridades. Diferentes idiomas, creencias y maneras de ver las cosas se unen en el lenguaje universal de la música.
¿Recuerdas alguna anécdota especial de esos viajes?
¡¡Muchas!! Recuerdo que en el Riad de Tánger, mientras grabábamos, una tarde llegamos a reunir a más de veinticinco músicos andalusís y acabamos haciendo una jam que duró varias horas. Habíamos agotado el te y las pastas árabes que habíamos comprado para los invitados, pero como la cosa se alargaba e iba llegando más gente propusimos ir a comprar unos pollos fritos y más comida, a lo que el director de la orquesta respondió en secreto: -“No compréis más comida, o no se irán nunca” jajaja. Aún así seguimos hasta bien entrada la noche.
En Tetuán, días después, nos dejaron un espacio que usaban como estudio de grabación, bastante espartano, la única condición era que había que grabar de noche. Estuvimos grabando los violines andalusís sin entender porqué había que hacerlo tan tarde. Al acabar, ya amaneciendo, caímos en que era porque ¡había un bullicioso mercado de verduras en esa calle por el día!
El anterior trabajo, aunque lo editó Santo Grial, fue autoproducido por la banda, con pocos medios económicos se consiguió un gran resultado, ¿qué tal ha sido trabajar con Rock Estatal?
Acabamos de empezar el proceso de promoción, por lo que no te puedo dar una visión objetiva. Seguimos con la autoproducción como la mejor alternativa para dar salida a esta propuesta y esperamos superar las expectativas del anterior disco. De momento lo estamos consiguiendo.
¿Qué tal están recibiendo medios y público este nuevo trabajo?
Con sorpresa, jajaja. Es un disco que no deja indiferente, te guste o no el estilo no hay duda de que es algo especial y todo el mundo se hace eco de ello. Todos son elogios que esperamos se traduzca en nuevos fans. Nos sentimos muy halagados con las opiniones que está generando desde la portada, las canciones e incluso el video “Libre para soñar” que ha dirigido Pep Bonet . Sabíamos que es un gran disco pero no esperábamos una respuesta tan unánimemente positiva, estamos encantados y orgullosos.
Con mucha frecuencia, encuentro discos que son más de lo mismo, de usar y tirar, que tienen éxito entre unos fans quizás poco exigentes… Muy rara vez tengo la oportunidad de encontrar una banda como Taifa, que ofrece algo distinto y hecho con mucho mimo, ¿crees que el público rockero lo valora?
Eso no soy yo quien lo tiene que decir, lo que si echo de menos son propuestas valientes. Se de bandas consagradas que siguen usando el mismo cliché disco tras disco y que los fans confiesan que compran con la esperanza de que encontrarán algo nuevo. A nosotros no nos mueven los intereses comerciales por lo que todo lo que hacemos es desde la honestidad y libertad artística.
Recuerdo vuestra participación en el Leyendas 2013, yo tenía muchas ganas de ver vuestra actuación, que fue a las tantas de la madrugada y que no contó con el numeroso público que una puesta en escena como la vuestra y el disco que veníais a presentar merecía… aún así lo disteis todo y guardo un grato recuerdo de ese concierto.
Fue una gran actuación, lástima de la hora. Para nosotros la puesta en escena es muy importante. El hecho de tener que viajar desde Mallorca implica que cada concierto sea un reto, por eso nos dejamos siempre el pellejo. Entendemos que si alguien se ha molestado en venir a vernos, sean dos o cien mil, como mínimo se merece que le des lo que espera de ti.
La escena se muere, lo veo cada fin de semana en las salas de mi ciudad, las pocas que no han cerrado; en general, el público no se moviliza para ver a bandas nacionales, pero están dispuestos a gastar 200€ en viaje y entrada para ver a AC/DC…. ¿crees que esta situación se puede revertir? ¿Cómo conseguimos que los rockeros apoyen el directo?
“Se ha perdido la capacidad de sorprender y sorprendernos con nuevas propuestas musicales, el rock and roll se ha convertido en un producto más, ya sin capacidad para romper con lo establecido.”
Es una suerte que puedas ver bandas cada fin de semana, hay sitios en los que solo podemos ir de vez en cuando. Creo que de eso tenemos parte de culpa todos: locales que solo quieren sacarle el dinero al grupo alquilando sin arriesgarse, músicos que se dejan engañar y no apuestan por nada nuevo temiendo no estar dentro de lo que la industria quiere y un público que no valora el trabajo de una banda. Ya de por si es complicado tocar si no haces versiones, imagínate haciendo una música tan arriesgada como la nuestra. Se ha perdido la capacidad de sorprender y sorprendernos con nuevas propuestas musicales, el rock and roll se ha convertido en un producto más, ya sin capacidad para romper con lo establecido. La solución la tenemos que dar entre todos.
Después de estas reflexiones quizás no sea el mejor momento para preguntaros si tenéis fechas para presentar en vivo este “Embrujo”…
No tenemos otra opción que ser positivos. Hay fechas sin cerrar para principios del año próximo, nuestra intención es hacerlo en cuantos más sitios mejor. Tanto en eléctrico como en acústico. Queremos que nuestra música llegue a cuanta más gente mejor. Tenemos muchas ganas de tocar este nuevo disco sobre el escenario, será interesante llevar al directo toda la carga emocional que estas canciones representan. Existe una versión en inglés del disco con la esperanza de que el idioma no sea una dificultad para poder actuar también fuera del país.
¿Qué te queda por hacer en la música Luís? ¿Qué proyecto, por falta de dinero o complejidad, no has podido llevar a cabo y te gustaría?
Me queda mucho, espero. Empecé esto como cantante de rock, me puse las pilas con el flamenco, aprendí a tocar el bajo, ahora toco el laúd árabe, toqueteo la mandolina, el bouzouki, el ravanhatta….y cada vez me llama más la atención aprender otros instrumentos y saber más de otras músicas. Estoy feliz por encontrar cada vez más vías para expresarme con la música. Eso implica tener más proyectos en mente, nuevos retos, que como bien dices tan solo la falta de presupuesto y el tiempo pueden impedir que se cumplan.
Terminamos ya, ojalá no tengan que pasar 4 años para encontrar una excusa que nos permita volver a charlar. Te dejo que despidas esta entrevista a tu manera y te deseo lo mejor, un fuerte abrazo.
Seguro que no pasará tanto tiempo y en breve nos veremos presentando en directo “Embrujo”. Esperamos disfrutéis de este disco que hemos hecho desde el cariño. Gracias por esta ventana abierta que nos cedéis para poder mostrar nuestro trabajo. Un abrazo